Ira
¿Qué es la ira?
La ira es una emoción básica, es
decir, que todos los seres humanos estamos equipados con ella. Es normal que
todas las personas lleguemos a experimentar ira en ciertos momentos de la vida,
puede variar en intensidad, puede ir desde un leve enojo hasta una furia
incontrolable, emerge cuando una persona se encuentra ante situaciones que le
producen frustración o que le resultan molestas.
La ira tiene muy mala fama y se
nos ha acostumbrado a que no es correcto enojarse, demostrar enojo en cualquier
tipo de expresión, incluso hay quienes afirman que es una emoción mala o
negativa, considero que esto sucede debido a que frecuentemente la ira es usada
como sinónimo de hostilidad o agresión.
Etiquetar la ira como negativa
sería polarizar su función, cuando lo cierto es que también es una emoción que
nos permite emprender nuevos proyectos, mantener los planes de acción, nos
permite defendernos ante amenazas inminentes, además, juega un papel muy
importante en las relaciones del individuo con su medio. Entonces dependiendo
de la gestión de esta emoción es que podrá ser negativa o positiva en tu vida.
La ira se va desarrollando
conforme vamos creciendo, en un bebé se puede observar al momento de llorar
para que le den de comer o cuando ocupa un cambio de pañal y esto forma parte
de los intentos que el bebé hace para resolver problemas específicos.
En la niñez las expresiones de
ira aun no son controladas debido a que un niño no tiene aún las herramientas
necesarias para manejar sus emociones, por lo general, las expresiones de ira
en esta etapa son resultado de la frustración al percibir que sus demandas no
son satisfechas, mediante rabietas, berrinches, etc. otra razón puede ser
cuando ve limitada su capacidad de acción, o de expresar sus necesidades o al
no saber expresar su desconcierto ante ciertas situaciones, por lo tanto, será
necesario que sus padres o cuidadores les enseñen a manejar sus emociones.
La ira se va rigiendo y regulando
tanto por la normativa de los padres, como de las normativas de los grupos de
iguales, como, por ejemplo, sus compañeros de escuela.
Ahora bien, en la adultez, la
manifestación de la ira dependerá del aprendizaje que se tuvo en la niñez, es
decir, dependerá de la experiencia obtenida de las vivencias de cada persona
desde su nacimiento.
Sucede entonces que, al ser una
emoción catalogada como negativa, es también estigmatizada. A muchos nos
enseñan que no está bien expresar ira porque no estaba bien enojarse. Como
resultado, no aprendemos cómo manejarlo o canalizarlo constructivamente.
Cuando un niño expresa ira, suele
suceder que la madre castiga al niño por considerar que no es adecuado o
posiblemente por no saber cómo manejarlo y en cambio va incorporando en el niño
mensajes de como expresar su ira, ejemplo de esto es “no te enojes, no es
bueno” “si te enojas, te dejaré de querer” al no permitirle expresar su ira se
está enviando el mensaje de no sientas y no expreses tu ira, por lo que el niño
aprende a reprimir esta emoción dando paso a otras emociones o sentimientos
como tristeza, culpa, vergüenza, que sean más aceptada en su entorno.
¿Te ha pasado que después de que te enojas, sientes culpa?
“No debí enojarme”. La realidad es que es imposible enojarse!! La ira es
instintiva, como mencioné, al sentirnos amenazados, frustrados o nuestras
necesidades o demandas no son satisfechas.
¿La gestión de tu ira está afectando en tu día a día?
Lo primero es detectar que es lo que te activa la ira, esto se logra mediante un auto análisis.
Si estas ante alguna situación que te provoque ira y sientes que estas a punto de perder el control, lo mejor será que te alejes de la situación y una vez que te sientas más calmado y consideres que puedes manejar la situación podrás regresar.
Te recomiendo que retomes o comiences con alguna actividad que te guste, si implica actividad física, mucho mejor!!! esto te ayudará a que disminuya la intensidad de la ira.
Intenta poner en palabras lo que te está provocando la ira, comunica de forma asertiva los sentimientos que te esta provocando el experimentar esta emoción.
Con esto, aclaro no estoy diciendo que reprimas la ira, solo es un plan emergente en tanto comienzas y avanza tu proceso terapéutico
Y, por último, comienza un proceso terapéutico dentro del cual puedas identificar de manera objetiva las causas de tu ira y con ello gestionarla mejor.